El duo británico Placebo anunció esta mañana a través de su cuenta de Twitter que su próximo álbum de estudio saldrá a la venta muy pronto y que será editada por SO Recordings, compañía discográfica con la cual acaban de firmar contrato y que cuenta en su rooster de artistas a proyectos como Band Of Skulls, Enter Shikari, Turbowolf y Dinosaur Pile-Up, entre otras.
Es así como se revela que el trabajo de estudio en el cual se ha vuelto involucrada la banda desde mediados del 2019, como lo indicó Stefan Olsdal, bajista y miembro fundador de la banda, finalmente ha dado sus frutos.
No contamos con más detalles en este momento, pero el interés es amplio puesto que la agrupación no ha lanzado un material de larga duración desde la publicación de Loud Like Love (2013), el cual obtuvo una recepción bastante negativa por parte de la crítica, quienes lo señalaron como una «parodia de sí mismos». Sin embargo, hay que recordar que se trata de un descanso de poco más de ocho años para una banda que marcó una época importante con una colección excelsa de sencillo y un par de álbumes que fueron bastante bien recibidos al momento de su lanzamiento.
La importancia de Placebo
Formada en Londres, Inglaterra, en 1994 por el bajista Stefan Olsdal junto al vocalista y guitarrista Brian Molko, Placebo es una agrupación que causó una gran conmoción al momento de publicar su álbum debut de estudio homónimo de 1997 gracias a su figura andrógina basada en Brett Anderson del grupo de britpop Suede y en la etapa de Diamond Dogs (1974) de David Bowie.
Su música, por el contrario, se alejó de las influencias británicas para integrar sonoridades típicas del grunge norteamericano con armonías electrónicas derivadas del rock-industrial que también se estaba desarrollando dentro de los Estados Unidos. Una razón por la cual sus líricas abiertas respecto a la discusión de las distintas sexualidades, la salud mental y el uso de drogas, tuvo un impacto interesante dentro de los medios de comunicación en ambos continentes.
Además, estéticamente generó una base para la segunda etapa de la música emo, tal como han declarado algunos miembros de My Chemical Romance y Panic! At The Disco, bandas que se caracterizaban por contener imaginarios futuristas, con figuras delgadas y andróginas como protagonistas que visten ropa y maquillaje negro.