El cantautor sonorense se ha convertido en figura clave de la música mexicana contemporánea gracias a su estilo siempre cercano al mar y la costa.
A partir de la situación global del último año, muchas cosas de nuestro cotidiano se transformaron completamente, entre ellas, la relación que solíamos tener con el exterior, pues fue suplantada por la necesidad de estar más conectados con nuestro interior.
El arte y quienes lo ejecutan, no son ajenos a esto: hoy observamos cómo varios autores han creado obras de corte mucho más íntimo, pues las reflexiones propias de la creatividad también han virado hacia tópicos personales.
Muestra de esto es ‘Malvadisco’, el más reciente álbum de Caloncho, quien se ha caracterizado por tener un estilo festivo y relajado, con una vibra de costa que invita a la fiesta comunal, pero que hoy decide dar un giro para presentar una obra mucho más autoral y hasta biográfica.
“¿Por qué hacer un disco como este? Creo que es algo que fui descifrando mientras iba haciendo las canciones y seleccionándolas para grabar. Son piezas que vienen de un lugar muy honesto y genuino, de situaciones personales y cosas que empecé a interpretar de la vida. Conforme pasó el tiempo me di cuenta que no eran canciones tan optimistas o festivas, les pude dar un eje conceptual mucho más pegado a las emociones que a las sensaciones”, comenta el propio Caloncho al respecto.
De suerte tal que ‘Malvadisco’ es un larga duración conformado por 11 canciones, todas imbuidas en este espectro de introspección humana. Por ejemplo, “Malvado” tema abridor que también fue elegido como uno de los sencillos promocionales, es una semi-balada acústica que gira en torno a las dudas que generan nuestras acciones, sobre todo aquellas que suceden más por torpeza que por malicia, pero que por lo mismo implican una mayor observación para no repetirlas. Una joyita que nos coloca ya en el ambiente del álbum.
Le sigue “Magento”, una composición de corte alt rock, con todo y riff de guitarra incluido. Aquí la energía sube un poco respecto al primer track, llevándonos por un espacio sonoro más dinámico, pero contenido, generando una tensión muy particular, la cual cobra sentido al escuchar la letra de la canción, que mantiene la línea de la autorreflexión, esta vez enfocada en los juegos de la memoria.
“Luna Completa”, tercer tema del disco, tiene una vibra mucho más desfachatada, casi como si fuera una balada psicodélica, que en lugar de enfocarse en cierto hedonismo, gira en torno al bienestar compartido capaz de surgir de una separación.
El siguiente track, “Adolescentes”, otro de los adelantos del disco, es una pequeña obra maestra de la estética retro, pues lo mismo recorre cierto espíritu del synth rock de los ochenta, que los riffs característicos de la primera década del siglo XXI. Un tema frenético para el ánimo del disco, que versa acerca de las pulsiones que genera la pasión irracional. “Esfera”, quinto corte, regresa a la intención baladística del inicio, pero con ciertos toques de country folk que la convierten en un ejercicio acústico muy interesante dentro de la carrera del sonorense. Aparece entonces “Shulaguapa”, melodía que rescata un poco de esa energía tropical característica de Caloncho, pero que no por ello deja de marcar una línea evolutiva en cuanto a sonidos y letra.
Para el mítico track 7, nuestro protagonista presenta “Sensei”, que también fungió como canción promocional, y que desde su lanzamiento significó toda una sorpresa: se trata de un tema suave, melancólico, casi taciturno, pero cuya delicadeza interpretativa le otorga cierto aire de esperanza, una luz en medio de toda la oscuridad. Sin duda alguna, uno de los mejores temas en la carrera de Caloncho.
“Medio Oriente” rompe con su predecesora en cuanto a sonoridad, pero comparte cierta esencia de hipnotismo en los versos, además de contar con un coro prodigioso. “Mono Gamez”, siguiente tema, regresa a los sonidos country, mientras la letra es una disertación acerca de las distintas maneras que hoy tenemos para relacionarnos.
El penúltimo tema, “Epitafio”, como indica su título, refleja los pensamientos del autor respecto a la muerte, uno de los asuntos que sin duda han estado más que presentes que nunca en tiempos recientes, dada la fragilidad que hemos visto en la vida y su naturaleza alrededor del mundo.
Dado que el tema anterior resulta profundo y complejo en su temática, Caloncho decidió darle broche de oro a este LP con “Bombones”, corte mucho más optimista, y hasta con cierto aire juguetón, que mantiene el espíritu del escucha en buen lugar, luego de este paseo por un sinfín de emociones.
“Con ‘Malvadisco’ quería experimentar toda la paleta de sentimientos humanos posibles, no sólo las lúcidas o plenas, sino aquellas que nos confrontan y nos hacen movernos de lugar, pues su complejidad nos recuerda lo que somos: seres humanos con luces y sombras”, puntualiza Caloncho, mientras sus canciones suenan de fondo como un recordatorio de aquello que nos hace existir.