Dream altern pop limpio con efecto narcótico. El danés acuna en su sonido las bondades de Air, The Beach Boys, Beck, George Harrison o John Lennon.
Late Runner es un artista que cuida al detalle su particular manera de interpretar lo que él denomina ‘dreamy altern pop’. Es cierto que su método se acuna en el sonido de nombres como Air, The Beach Boys, Beck, George Harrison o John Lennon, él los combina a su manera: la claridad y modernidad de nuestros días con la producción y el fondo de armario de los 70. Asger posee también un oído muy delicado para crear melodías que suenen originales y naturales. Música contemplativa expresada con un canto claro, vulnerable y cálido a través de letras directas, reflexivas e introspectivas.
“Nothing’s Real Anymore”, así se titula de álbum de debut del ahora en solitario artista danés quien ya de muy jovencito –a finales de los 90- experimentó un ascenso meteórico su primera banda Superheroes ¡dieron la campanada y altamente recomendados gracias a un artista ya mencionado... Beck!
En su nuevo proyecto en solitario, y concretamente en este primer largo, nos desvela en lo que se ha convertido ahora mismo. Una vía nueva alimentada por la madurez de todos estos años donde, sin prisas, nos comparte la música que ahora mismo prolifera por su cabeza y le apetece escribir. El álbum contiene 10 canciones, todas ellas impregnadas de una reflexión muy personal sobre el pasado a través del prisma melancólico del presente. Evoca las sensaciones que la difusa luz del sol nos puede dar justo a finales del verano. O principios del otoño, claro está, esto también queda muy bien reflejado en la portada del álbum y en las fotos que suele hacerse el propio músico.
La dirección del videoclip es cosa de Peder Pedersen, responsable de vídeo-clips tan conocidos como aquel “Barbie Girl” de Aqua, “Attack Of The Ghost Riders” de The Raveonettes o el premiado “Lonely Gal” de Powersolo.
Fue filmado en Copenhague durante la ola de calor de este mismo verano. Lo protagoniza Asger Tarpgaard (Late Runner) con un disfraz de Napoleón quien procura mostrarnos la imagen de la desilusión que implica el título de la propia canción. Pocas bromas con sus esfuerzos trajeado de Bonaparte, ¡tuvo un golpe de calor mientras se filmaba ya que fue uno de los días más calurosos de todo el año!
Película de 16mm. Es el formato en el que se filmó, el cual se ha usado mucho para escenas de climas extremos, perfecto entonces para hacernos llegar la sensación de calor y sudor interno que tuvo que pasar el artista durante el rodaje. Y el posterior shock térmico.
“Decidí usar como hilo conductor la idea de ‘a veces olvido que nada es real ya’ para dar más énfasis a la reflexión. Qué pasa si una persona se da cuenta que realmente se ha reencarnado. Aunque cuando la gente dice que ha vivido antes, suele ser como una persona famosa, rara vez como un campesino de la Europa central medieval. Así que esa fue mi idea desde un principio, cuando un buen día me desperté pensando que fui Napoleón. Ahora contada de una manera poética y romántica adaptándose bien a la música, ok, y también un poco irónica".